Cabecero de forja por encargo realizado por plotter de láser
Hace unos días vino un cliente con un encargo. Es un “tio” muy majo al que hace tiempo ya le hice algún trabajo, y con el que da gusto tratar.
Llevamos un tiempo buscando un cabecero que nos guste y no acabamos de encontrarlo…, puso sobre el mostrador fotos de una fachada diseñada por un arquitecto, mejor dicho por El Arquitecto (en mayúsculas), pidiéndome, si basándome en ellas, era capaz de “hacer algo”.
Por vergüenza tan siquiera voy a nombrar al individuo en cuestión. Fue un Genio tan GRANDE y DIFERENTE a todo lo visto, que como poco, sería pretencioso intentar diseñar “algo” mínimamente impregnado con su esencia, por lo que pido disculpas de antemano.
No obstante, y como digo a mis hijos, hay que decir SÍ a todo (o a casi todo), así que manos a la obra.
Para su elaboración podía haber pensado en acero forjado, pero en este caso, hemos usado técnicas de corte por medio de plotter de láser. Esto te permite conseguir diseños elaborados con un precio contenido.
Os dejamos una pequeña presentación para que podáis ver todas las fotografías
Como siempre, sobre el escritorio un folio en blanco, lapicero de madera y una goma.
Y comenzamos a garabatear,
Y seguimos garabateando hasta que conseguimos “algo” que me va gustando, intentando plasmar esas formas orgánicas y bulbosas que tienen la mayoría de diseños del ARTISTA… y que me perdone de nuevo.
Y por fín después de mucho dibujar, borrar y volver a dibujar llego a esto, y me gusta.
Intento dar volumen al diseño, entrelazando las formas, haciendo pasar unas por delante de otras, dándole separación. Esto, combinado con la iluminación, produce sombras entre ellas que produce el volumen buscado.
Pasamos el dibujo a cad para cortar las diferentes piezas con plotter de corte laser. Decido que se hará con plancha de acero de 8 mm. de espesor. Este espesor dificultará el entrelazado de las piezas pero el resultado creo merece la pena.
Comenzamos con el montaje del puzzle
Presentamos las piezas para tener una primera impresión de cómo puede quedar.
Las sujetamos con gatos de los que no sueltan pelo.
Y comenzamos a soldarlos.
Por cierto, para los que nunca lo habéis intentado soldar, os recomiendo probarlo. Es muy plástico ver cómo va fundiéndose el material y uniéndose a medida que vamos haciendo el cordón de soldadura.
Tampoco tenéis que dedicados a ello, ya somos muchas la chicas que nos dedicamos al metal.
Seguimos soldando por ambas caras.
Pulimos las soldaduras para evitar que se vean los encuentros.
Cabecero terminado a falta de pintar.
Y no es que lo haya hecho yo, pero me produce un efecto de seducción que cuando más lo miro, más me gusta... ¿quién necesita abuela?
Algún detalle del entrelazado de las pletinas.
Y ya colocado en casa.
Para el acabado escogemos el color de las mesillas laterales. Pintamos con un beige y envejecemos con betún de judea mezclado con alguna cosa más…. que no voy a contaros, sino vais a terminar sabiendo más que yo.
Los padres decimos que nuestros hijos son los más guapos del mundo, y no digo las madres.
Posiblemente este “hijo” no lo sea pero a mí me gusta, y lo que es más importante, al cliente también.
Por cierto, Cristina y Angel (los clientes), gracias por fiaros del que firma. Por culpa de “inconscientes” como vosotros llevo unos años dedicándome a esto, y a menudo divirtiéndome con ello.
...
y mañana más….
Os dejamos las fotografías en nuestro canal de flickr
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